1. La voz

En la primera clase del curso de canto hablaremos de la voz como instrumento musical y el aparato fonador como herramienta para mejorarla a la hora de cantar.

Y es que, probablemente, la voz fuese el primer instrumento musical de la historia y si los primeros homínidos podían cantar, tú también puedes. Solo necesitas tu voz y sacar un poco de tiempo al día para realizar los ejercicios que te propongo.

A diferencia del piano o la guitarra, la voz no tiene trastes ni teclas en las que apoyarnos para emitir notas, si no que tenemos que imaginarnos y sentir nuestro cuerpo para intuir la nota que debemos dar en cada momento, por ello es necesario que desarrolléis la capacidad de abstraeros y visualizar como se comporta vuestro aparato fonador.

Esto que puede parecer complejo, no lo es tanto, solamente tenéis que saber que los pulmones exhalan el aire hacia las cuerdas vocales a través de la tráquea haciéndolas vibrar. Estas emiten los primeros sonidos guturales que a través del resto de elementos de la cabeza como la laringe, lengua, canal auditivo, cavidades oculares, paladar, conductos nasales, dientes, etc, conseguirán darle forma de palabras y voz.

A partir de ahora nos referiremos a cada uno de estos elementos para conseguir que la voz salga de una forma u otra, pero antes, tenéis que localizar cada parte haciendo pruebas vocales.

Emitir la vocal “A” de forma prolongada para reparar en la toma de aire, la exaltación, la vibración de las cuerdas, la tensión de la laringe y la forma que tiene de resonar en todas las partes de la cabeza. Cuanto más conscientes seáis de todo este proceso, mejor controlaréis la voz, así que, practicad todo lo que podáis cambiando de vocal, añadiendo consonantes y poniendo esa cámara interior de la que hablamos en clase ¡Nos escuchamos en la siguiente clase!