10. Yo Digital: Marketing

Tener una cuenta de correo electrónico, un sitio web o incluso, tu usuario en Twitter, puede estar bien, pero probablemente lo hayas hecho por una razón: de alguna manera quieres darte a conocer. Puede ser simplemente porque quieres ir contando cosas interesantes, porque quieres contribuir con tu conocimiento o, por lo que sea, en realidad da un poco igual.

Queriéndolo o sin querer los buscadores de Internet van a encontrarte. Esto significa que, poco a poco, algunas de las cosas que publicas en tu sitio, o en tus redes sociales van a ser encontrables y por tanto vas a conseguir ese primer objetivo que te habías planeado.

Esto es lo que en el mundillo del marketing se llama SEO, Search Engine Optimization, es decir, optimizar tu sitio web para que los buscadores lo encuentren y consideren que lo que tú dices merece estar en el primer puesto de los resultados de búsqueda.

Aunque si das un paso más, es probable que hagas algo que todo el mundo que ha visitado Internet ha hecho: buscarte. Sí, pones tu nombre en Google, Bing o cualquier otro y ¿qué o quién aparece? Esto que parece una tontería es importante hacerlo e intentar que los contenidos que aparezcan sobre ti sean los que tú quieres. Al fin y al cabo, tu reputación está en juego.

Y ese tipo de búsquedas y, por así decirlo, ese tipo específico de SEO que se puede hacer enfocado a tu nombre, a tu marca, es el SERM, o Search Engine Reputation Management, vamos, la gestión de tu reputación en los buscadores.

Si tienes en mente hacer una campaña de marketing de algún tipo sobre tus plataformas, lo primero es que el SEO, el SERM y el WPO estén correctos. El WPO es el Web Performance, es decir, la optimización de tu sitio para que funcione muy rápido. Es absurdo mandar visitas a tu web si la web funciona mal. Así que, lo primero es lo primero. Optimiza tu sitio, consigue la mejor versión de ti en la versión digital. Imagínate que entra un cliente a tu web y la web va lenta, o falla algo, o los textos están mal traducidos, el formulario de contacto no funciona bien… en realidad, cualquier cosa. Seguro que, si tú visitas una web que le ocurre esto, no le escribirías o contratarías sus servicios. Pues, contigo van a hacer lo mismo.

Recuerda que el objetivo del SEO es aparecer lo mejor posible en los resultados de búsqueda de las búsquedas interesantes e importantes para ti, y no aparecer en las que no te interesan.

Una forma de ver porqué es importante hacer esto del SEO y del WPO, es que en el fondo estás haciendo una inversión, estás mejorando tu sitio, tus productos, tu yo digital. En cambio, la publicidad es un gasto, no una inversión. Vas a meter dinero para conseguir algo, que puede funcionar o no. Mejorar tu sitio siempre es algo bueno.

Cuando hablamos de publicidad hemos de pensar en dónde está la gente en Internet. En el mundo analógico, offline, el mundo real, llámalo como quieras, la publicidad probablemente está en las vallas publicitarias, en la radio, en la televisión, esos son los sitios donde pasa mucha gente y pueden ver tu anuncio. En Internet la gente está básicamente en 3 sitios: los buscadores, las redes sociales y los sitios web importantes.

Comenzando por el primero de ellos, los buscadores, el sistema de funcionamiento que tienen prácticamente desde el primer día que aparecieron es el mismo: subastar al mejor anunciante, o sea, al que paga más, lo que los usuarios buscan. Mucho algoritmo y mucha historia, pero básicamente, si pagas y se cumplen los requisitos, aparece tu sitio web entre los resultados de búsqueda y los usuarios visitan tu sitio. ¿Más usuarios? Más dinero que poner en el buscador. Suele ser bastante lineal.

El segundo lugar donde hay usuarios son las redes sociales. Como hemos visto, las redes sociales se centran básicamente en dos objetivos: tener contenidos que puedan interesar a tus usuarios, y crear lazos de una supuesta amistad con ellos. En este caso, pues, tenemos dos opciones a la hora de conseguir objetivos. El primero de ellos es la promoción de los contenidos que publicas para que los usuarios que están interesados visiten tu sitio web y, desde allí, consigas lo que quieras. Sí, tendrás que dedicarle mucho cariño a esa optimización de tu página para que los usuarios hagan lo que tú quieras, que no siempre es fácil.

El segundo método es hacerte importante en la red social, es decir, comprar seguidores. Es una técnica bastante habitual y efectiva porque lo que vas a conseguir es el “reach”, alcanzar a la máxima cantidad posible de usuarios posible en esa red social.

Recuerda que en el caso de las redes sociales hay que segmentar muy bien el alcance de los usuarios para llegar a aquellos que puedan estar potencialmente interesados en ti y en tus productos, y no al resto, porque sería una pérdida de dinero.

Y finalmente tenemos la publicidad más tradicional, la que generan sitios web importantes sobre una temática. Puede ser una web de referencia en un tema complementario al que tu ofreces, un sitio de referencia en el sector, una red de blogs que tratan esa categoría a la que puede pertenecer lo que ofreces. Al final, si hay visitas y tienen usuarios, pueden ser una fuente interesante de tráfico objetivo que acabe llegando o comprando en tu sitio web.

Publicidad puede haber de muchos tipos. La clásica de los banners, o anuncios gráficos, un pay-per-post, o patrocinar un contenido en ese sitio. Si eres imaginativo seguro que los propietarios de ese sitio están abiertos a escuchar tus sugerencias.

Existen otras mil formas de conseguir visitas o generar marca. Tienes los anuncios en YouTube, de vídeo; podrías patrocinar con un anuncio de audio un podcast… lo que te decía antes, cualquier cos que se te ocurra seguro que se puede conseguir.