7. Yo Digital: Correo

Pocos sitios hay en Internet donde para hacer algo no te tengas que registrar. Y para registrarte y poder usarlo necesitas una cuenta de correo electrónico. Incluso, cuando te registras en un sitio donde crear una cuenta de correo electrónico gratuita tienes la opción de poner una cuenta de correo alternativa.

Es casi una obligación disponer de una cuenta de correo gratuita en alguno de los proveedores más conocidos, com son Gmail o Hotmail. Incluso para registrar tu propio dominio vas a necesitar una cuenta de correo, así que, hay que ver las mejores opciones para esta cuenta que debe estar ahí, al menos al principio.

Si vas a tener tu propio dominio con tu correo, lo mejor es comenzar con algo sencillo en esta cuenta previa gratuita, algo que no requiera configuraciones ni complicaciones. Son los llamados webmail.

Un webmail, como ya estarás intuyendo, es un correo electrónico que se gestiona a través de la web, por lo que no te hace falta ningún programa de correo. Como todo, tiene sus ventajas e inconvenientes, pero para lo que lo necesitamos, es más que suficiente.

Una vez nos hayamos creado esta cuenta podremos darnos de alta en todos los sitios que queramos, incluso con la posibilidad de tener nuestro dominio y dar ese paso.

En general siempre está bien tener y usar dos cuentas de correo. Una de ellas va a ser la de la basura, como podría ser esta gratuita, y la que usaremos para registrarnos en todo tipo de sitio que tengamos ciertas dudas o no sea de cierto prestigio, y tendremos nuestra cuenta de correo con nuestro dominio, que será la que usemos para las cosas importantes, desde tener nuestra cuenta de Instagram, Twitter o TikTok, hasta usarla para papeleos gubernamentales.

En cualquier caso, vamos a centrarnos en el correo de nuestro dominio, en el bueno, en el que debemos de cuidar, en el que tenemos que evitar que llegue spam… y por el que probablemente tengamos que pagar. Sí. Si quieres un servicio bueno de correo, que lo gestione una plataforma especializada, es probable que tengas que pagar por este servicio. Que conste que no es obligatorio, se puede tener correo en tu propio servidor, con algún sistema antispam del estilo a SpamAssassin, ¡mola el nombre, eh! Y deja bien claro qué es lo que hace.

En cualquier caso, tanto si decides contratar un servicio externo de correo, al estilo de Google WorkSuite u Office365, como si decides usar el correo que puedas tener en tu propio hosting, los pasos a seguir son los mismos.

El primero, y básico. Sí, ese. Hay que configurar las DNS. Para que tu dominio sepa dónde está el correo hay que decírselo. Normalmente el proveedor te explicará qué es lo que has de configurar, pero básicamente es añadir las entradas DNS de tipo MX. MX es por el Mail Exchange, o sea, en intercambio de correos. Añadiremos una o varias entradas MX que indiquen quién se va a encargar de gestionar nuestras cuentas de correo.

A partir de ahí, ¡a crear las cuentas! Lo más normal es crear una cuenta con nuestro nombre. En mi caso, por ejemplo, mi cuenta está con mi nombre, Javier, y el dominio es mi apellido, Casares punto ORG.

Las cuentas de correo tienen una arroba en medio. La arroba es un símbolo raro que en Internet no se utilizaba al principio, y precisamente fue una de las razones de usarlo. Además, en inglés la arroba se llama “at”, que se puede traducir como el pronombre “en”. O sea, mi cuenta de correo sería javier en casares.org, es decir, el usuario Javier, en el servidor de correo de casares.org. Para qué te vas a complicar la vida, si con algo tan simple puedes conseguir grandes cosas.

Ahora que tenemos nuestra cuenta de correo hemos de ver cómo vamos a leer ese correo, cómo lo vamos a enviar y recibir. Para esto vamos a tener 3 opciones.

El primero y modelo más sencillo es el del webmail que hemos comentado antes. En general todos los proveedores de correo te dan una interfaz que puedes usar en el navegador de tu ordenador, y desde el que poder gestionar el correo. Esto está bien tenerlo porque si no tienes un programa de correo a mano, siempre podrás acceder a tu correo desde casi cualquier sitio.

La segunda y tercera opción hacen referencia a las configuraciones del correo en una aplicación. Las más conocidas son Mail, de Mac, y Outlook, en Windows. Hay muchas otras, como Thunderbird, muy recomendable al ser de código abierto y no depender de ninguna empresa.

En estos programas te van a pedir el usuario y contraseña, y te van a pedir que digas los servidores de recibir correo y de enviar correo.

Para recibir correo utilizaremos otro de esos protocolos de Internet que llevan desde el principio: IMAP. IMAP significa Protocolo de Acceso de Mensajes en Internet.

Para enviar correo también usaremos otro de esos sistemas viejunos de la red: el SMTP. SMTP significa Protocolo de Transferencia Simple de Correo.

¡Vamos! Acceso al correo, transferencia de correo. Como digo, los creadores de Internet no se rompieron la cabeza poniendo nombre a las cosas.

¡Pero Javier, que se acaba esto y no has hablado de la seguridad!

Sí, el correo también tiene sus versiones iniciales, inseguras en las que todo el contenido de los correos podía ser interceptado y leído, pero hoy en día vuestro proveedor de correo os dará hasta tres versiones de configuración del correo. La primera, la insegura de toda la vida, que sigue estando activa. La segunda, es una intermedia que suele llamarse STARTSSL, en la que el usuario y contraseña de acceso va de forma cifrada, pero el resto del mensaje sigue yendo sin cifrar.

Claro está, no es recomendable usar ninguno de estos dos sistemas, sino que deberemos usar el tercero, que suele ser el que usar el sistema de cifrado SSL / TLS y que, en este caso, toda la comunicación va cifrada, desde la conexión al servidor, hasta el contenido del mensaje.